lunes, 28 de abril de 2014

Soledad




Y se encontró en el mismo lugar de todos los días, un lugar sucio, oscuro y frio, como de costumbre estaba sola, todo era igual, las mismas paredes que necesitaban una mano de pintura, en el techo junto a una telaraña se encontraba el mismo foco que emitía una luz tenue, - ¿cómo es posible que siga encendido? – se preguntaba siempre; y en la pared junto a una pequeña ventana cubierta con vidrio catedral, estaba aquel viejo poster de Joy Division, ella seguía con la misma soledad de siempre.

Aquel día o noche, igual da si es de día o si es de noche cuando se está encerrado, el frío era más crudo que de costumbre, ni toda la ropa que tenía puesta lo podía aplacar, no tenía hambre y la sopa que le habían dejado ya era una bañera paras las moscas, su mirada no sabía hacia dónde dirigirse, si hacía el poster de Joy Division ó el foco de luz tenue; de la nada (y por la desesperación) empezó a darse golpes contra la pared, quería morir para acabar con ese sufrimiento , se golpeaba una y otra vez, el dolor no le importaba, solo quería acaba con esa pesadilla , empezó a sangrar y a pesar de que el dolor era más fuerte, ella se negaba a llorar, solo quería gemía, la impotencia recorría su ser , ya que no podía hacer nada, todo estaba perdido, no había solución a su situación, ella esperaba la muerte, que sería la único que podía acabar con su agonía.

Sin darse cuenta se quedó dormida inocentemente, su delgado cuerpo yacía en el piso, junto a un pequeño charco de sangre; de repente entró él, que al verla tirada en el piso de esa habitación lúgubre, la levantó sin importarle si le hacía daño o no, cruzó el pasadizo tétrico lleno de puertas de metal y la colocó en otra habitación oscura, fría, sucia y solitaria, con un foco viejo, en donde las paredes sólo estaban decoradas con un poster viejo de Joy Division.

-She’s Lost Control-

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